La resistencia en el seno eclesiástico: análisis de figuras destacadas y corrientes divergentes
La resistencia en el ámbito eclesiástico: exploración de figuras destacadas y corrientes divergentes
En un momento recordado en 1986 en una residencia de Chihuahua, escuché por primera vez las palabras latinas del rito tridentino, que fueron pronunciadas por el padre Babinet. Aquel año marcó el inicio de un proceso que influiría en los caminos de la iglesia a nivel mundial.
El concilio vaticano segundo convocado por Juan XXIII y concluido por Pablo VI, definió bandos internos en la iglesia católica, con la designación de monseñor Alfredo Ottaviani como prosecretario en el santo oficio y cardenal diácono en 1953. Esto resultó en profundas transformaciones en los hábitos y dogmas católicos, con la introducción del “novus ordo”, un nuevo rito cuya creación involucró la asesoría de destacados protestantes, alejándose de la tradición sacrificial de la misa.
Luego del concilio, monseñor Lefebvre y un grupo de sacerdotes establecieron la fraternidad sacerdotal San Pío X en Friburgo, con el propósito de preservar el rito tradicional de la misa, que data de Pío V y fue canonizado en el concilio de Trento como respuesta a la herejía luterana.
La solicitud de Lefebvre para consagrar a un obispo que continuara su legado generó tensiones en el seno eclesiástico, especialmente en cuanto a la interpretación de la infalibilidad papal por parte de los laicos. A pesar de los desacuerdos, la consagración de cuatro obispos en 1988 marcó un punto de inflexión, llevando consigo la excomunión latae sententiae por actuar sin la autorización papal.
En esta dinámica, Benedicto XVI levantó las excomuniones a los seguidores de Lefebvre y abogó por el retorno del rito Tridentino a todas las diócesis, desencadenando una contrarrevolución en la Iglesia, especialmente en Estados Unidos.
Un nuevo panorama en la Iglesia
El reinado de Francisco trajo consigo la reinstalación del modernismo en el Vaticano, reflejado en la prohibición del rito tridentino a través del motu proprio traditiones custodes. En respuesta, sacerdotes tradicionalistas y laicos defensores del antiguo rito se unieron en una lucha por la preservación de la fe, desafiando la postura vaticana.
Figuras destacadas como el padre Javier Olivera Rabasi, el padre Juan Razo y sacerdotes de la sacristía de la Vendée alcanzaron gran influencia en redes sociales al difundir las enseñanzas católicas tradicionales, desafiando la autoridad del Vaticano. Esta resistencia se expandió en la esfera digital, con youtubers laicos como Cecilia Balderrama, Luis Román, José Plasencia y el padre Daniel en México, desafiando las narrativas dominantes.
Estos eventos evidencian la inevitable intersección entre la política y la religión, donde medidas disciplinarias y confrontaciones internas continúan alimentando una resistencia iniciada por Lefebvre, demostrando que la fe también se ve afectada por las complejidades humanas.