Eventos de cata en el barrio de la castellana

Eventos de cata en el barrio de la castellana

Descubre los Eventos de Degustación en el Barrio de Castellana

¡Saludos a todos los amantes de la culinaria! Recientemente tuve el placer de asistir a una experiencia de cata de vinos que se llevó a cabo en una sucursal de renombre dentro del ámbito de vinos, licores y productos gourmet en el emblemático Barrio de Castellana. La actividad estuvo centrada en la variedad de uva Shiraz/Syrah, y me emociona compartir con ustedes mi vivencia.

Una de las cosas que más valoro de la gastronomía es su aspecto lúdico, que nos permite estimular nuestros sentidos y disfrutar de la experiencia de maridar vinos con la comida, desafiando nuestros sentidos y llevándonos a nuevas sensaciones.

En esencia, una cata es un momento para sumergirse en una experiencia sensorial a través del vino. La ubicación del evento elegida era un salón especialmente preparado para este tipo de encuentros, donde se nos detalló previamente qué vinos íbamos a degustar y con qué platos se iban a maridar.

Para evitar extenderme en exceso, presentaré de manera ordenada los vinos y sus respectivos maridajes, seguido de mis propias reflexiones, siempre buscando estimular su memoria gustativa.

Empezamos con un refrescante “trago de bienvenida”, un Tom Collins, preparado con ginebra, limón, agua mineral y un toque de azúcar. Esta bebida nos acompañó mientras esperábamos la llegada de los demás participantes a la cata de vinos.

La primera degustación se centró en la exploración de la uva Shiraz/Syrah, con un vino proveniente de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, llamado Kumala. Su maridaje incluía una brocheta de camarones caprese, que combinaba camarones aderezados con pesto, tomates cherry, bolitas de queso mozzarella y albahaca.

Desde mi perspectiva personal, habría preferido maridar este vino con un dip de queso crema con ostiones y un toque de chile chipotle sobre galletas saladas. La experiencia visual revelaba un vino de color ladrillo brillante, con aromas predominantes a ciruela y un toque especiado, mientras que en boca sorprendía con una combinación de dulzor y ligero amargor que le confería personalidad.

Continuamos con un vino mexicano llamado “é” del año 2021, producido en Valle de Guadalupe, Baja California. Este vino, fruto del trabajo del enólogo Daniel Lonnberg, se distingue por su crianza de 12 meses en barricas de roble francés. El maridaje inicialmente propuesto de tagliatelle a la putanesca fue sustituido por una penne con salsa de aceitunas verdes en lugar de negras.

A nivel sensorial, este vino exhibía tonos rojo cereza en la copa, con aromas a frutos rojos, vainilla, canela y un toque de chocolate. En boca, su textura cremosa y leve salinidad destacaban. Para mí, este vino mexicano armonizaba mejor con unas enfrijoladas rellenas de flor de calabaza, huitlacoche, calabacitas y epazote, coronadas con queso Cotija.

El siguiente vino nos transportó a tierras chilenas, con el Ventisquero Grey Syrah, una creación del enólogo Felipe Tosso del Valle de Apalta. Este vino, destacado por sus premios, envejece 18 meses en barricas de roble francés y se fermenta en tinajas de acero inoxidable.

Este vino revelaba tonalidades violáceas intensas, con notas de frutos rojos, pimienta, menta, anís, vainilla y chocolate en nariz. En boca, destacaba por sus sabores a frutos negros, suavidad y persistencia. El maridaje con ternera al teriyaki resultó algo salado, y la falta de tostado del ajonjolí fue un desacierto. Una sugerencia personal sería disfrutarlo con un plato de mar y tierra.

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Finalizamos la cata con un vino francés, Les Domaniales de Crozes-Hermitage, una de las cunas de la uva original. Este vino, elaborado en el norte del Valle del Ródano, destaca por su crianza y maceración específicas, ofreciendo aromas a frutos rojos, cuero y especias en nariz, y una experiencia armoniosa y afrutada en boca.

El cierre perfecto para esta degustación fue un cheesecake con lavanda y nuez que combinó de manera excepcional con este vino francés. Una elección sublime que dejó un excelente sabor de boca. En cuanto a maridajes salados, todavía estoy buscando la combinación ideal, quizás unas crepas de huitlacoche con queso de cabra podrían ser una opción.

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Para aquellos interesados en participar en futuras catas, les recomiendo consultar directamente en las sucursales para conocer fechas y costos, ya que suelen variar según la temática y promociones vigentes. ¡Que disfruten del arte de la degustación!

Cat Soumeillera en X: @CSoumeillera

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