Respuestas a tipos desafiantes; ¡únete a su conferencia matutina!

“La existencia no es fácil. Hay que embellecerla”.

Gabriel Lendínez.

“¿Te has percatado de que cuando te afirmas, las personas comienzan a mencionar que eres una personalidad desafiante?”

FERNANDA POR GUILLERMO (EN SU 60 CUMPLEAÑOS)

‘Todo lo que se hace para servir termina por agotarse y acaba por no ser útil’. Lo mismo ocurrirá con las famosas ‘mañaneras’. No es motivo para enojarse, ni de forma positiva ni negativa, sino para ocuparse. Lo que quiero decir es que es hora de reflexionar si se necesitará algo diferente, otro medio, espacio, un producto de reemplazo y en caso afirmativo elaborar qué y cómo.

Ya lo mencioné anteriormente: ‘las segundas partes no son buenas’; pero, ¿qué tal una primera parte? ¿Algo original? ¿Renovarse a uno mismo? Y no, aquí el problema no es Claudia…

Vamos a ver: según MetricsMx, ante la cuestión: “¿Cree usted que la presidenta Claudia Sheinbaum debería cambiar las mañaneras por otro formato?”, encontramos un empate técnico entre los encuestados que responden “sí” y los que dicen “no”. Pero donde todo este tema del medio de comunicación con el público se vuelve realmente revelador es ante la pregunta: “¿La presidenta Claudia Sheinbaum debería otorgar entrevistas a diferentes medios de comunicación, incluso a los críticos de su gobierno?”. Allí, la respuesta es abrumadora, con un 75% que pide que así sea. Por lo tanto, es un buen momento para tomar en serio sus opiniones.

¿Qué debe hacer la presidenta para tener un auténtico canal de comunicación frente al público? Antes que nada, asumamos esto: el modelo del ‘diálogo circular’ caducó junto con López Obrador. Para agosto de este año, la audiencia que “observaba de forma habitual las mañaneras” descendió al 17% (Observatorio Mexicano de Medios). Probablemente hoy en día los índices de audiencia sean aún más bajos.

AMLO, elocuente, provocador, popular (para bien y para mal). La presidenta es distinta; ella es decidida, y lo digo con todo respeto. Se requiere ser una para reconocer a otra… ¿Y a quién miran las mujeres y los hombres pensantes, incluso más que a un mandatario bufón? A una mujer fuerte, decidida, reflexiva, interesante, que llega con soluciones —innovadoras y atractivas preferiblemente— y no con excusas. ¿Y a quién respetan y temen los hombres misóginos y anticuados? ¡Exactamente a ese mismo tipo de mujer!

Descubre otras posibilidades:

Apenas ayer la presidenta tuvo una charla con Joe Biden. Deben haber sido temas sumamente importantes e interesantes, supongo. Entonces que invite a Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, a un diálogo público. Ese señor tiene un carisma especial; que Claudia hable con el peculiar personaje.

Que invite a Lilly Téllez y discuta argumentos y desatinos con la senadora, y también que invite a Ciro Gómez Leyva para preguntarle sobre cómo lidiar con Epigmenio Ibarra en su programa matutino o por qué decidió agradecer a Lilly…

Que invite a Xóchitl Gálvez. Después de todo, muchos de la oposición la culpan por aceptar su derrota en el momento que lo hizo. ¿Es conceder propio de demócratas? Supongo que sí. Pues conversar con el rival vencido es también parte de ello.

Conversaciones con verdaderos periodistas; “jubilar” o no a Carlos Pozos es algo a decidir aparte. Que se planteen preguntas que saquen lo mejor de ellos (incluso lo mejor de la presidenta) y lo peor de sus equipos de trabajo. No hay nada más efectivo que un desafío para trabajar de manera más adecuada…

No estoy hablando de un “talk show”, pero sí de un debate honesto sobre los problemas de México y encontrar la forma de entenderlos de manera verdadera y educada.

Que invite a Alessandra Rojo de la Vega (quien ha demostrado repetidamente su éxito en la alcaldía de Cuauhtémoc) y de paso también a Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero…

Mientras que la distorsión intencionada fue la base de la 4T y de las conferencias de prensa, Claudia Sheinbaum se enfrenta a la decisión de reforzar ese “marco de falsedades” para respaldar los dichos —no acciones— de su gobierno (introduciendo un maquillaje en las reglas de dichas conferencias como las propuestas; sorteo de periodistas que tendrán la palabra, nuevas secciones para los días de la semana). O, POR EL CONTRARIO, crear espacios más honestos pero no menos atractivos. No solo eso, podría con ello empujar a algunos de sus funcionarios y a los gobernadores morenistas, así como elevar el estatus de miembros de la oposición y críticos que han sido intelectualmente honestos, a pesar de que ella no coincida con ellos.

Claudia tiene mucho por hacer; hereda problemas serios (asesinatos y falta de recursos). Por eso es crucial que pueda comunicar eficazmente lo que busca y desea. No hablando del pasado (una vez más), ni de la dicotomía de “continuar o terminar” con los mandatos de López Obrador, sino simplemente imprimir su sello personal a la imperiosa necesidad de comunicar los temas que realmente son urgentes.

Mientras tanto, sí, sí a las respuestas como las que ha dado Claudia a individuos tercos como Inclán; incluso ¡invítelo a su mañanera! Y también a las mujeres violentadas en búsqueda de justicia. Veamos cómo el cómico deja de ser gracioso frente al sufrimiento de cientos de mujeres. Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad y la habilidad de lograr que esto suceda.