Cómo afecta la negativa del gremio de abogados ante la reforma judicial
La postura de los abogados ante la reforma judicial
En México, de acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), existen aproximadamente 1,245,762 profesionales de Derecho, siendo esta la segunda carrera más popular después de Administración. La diversidad de género muestra que el 56% son hombres y el 44% son mujeres. Un número significativo de estos profesionales tendrían la capacidad de llenar el Zócalo si decidiesen manifestarse en forma de marcha.
Esta profesión es altamente demandada a nivel nacional, sin embargo, solo un reducido grupo de abogados ha brindado apoyo al Poder Judicial de la Federación desde sus oficinas o plataformas virtuales. Aquellos que se oponen total o parcialmente a dicha reforma, incluso si simpatizan con ciertos partidos políticos o si desempeñan cargos públicos, enfrentan consecuencias de distinta índole. Mientras quienes discrepan de la reforma, pasan a ser considerados adversarios y son completamente excluidos.
Recientemente, al estallar un cese temporal de actividades por parte de 200 jueces que se negaron a detener sus labores, el diputado Hamlet Almaguer indicó que aquellos que apoyaron la protesta deberían ser obstaculizados en sus funciones, mientras que los que se opusieron recibirían beneficios como la ratificación en sus cargos.
Esto genera sorpresa al observar que con una cifra tan elevada de abogados, haya tanto silencio al respecto. Las asociaciones y colegios de abogados, como la Barra de Abogados y la ANADE, han optado por pronunciamientos y críticas sociales en vez de acciones más contundentes como la protesta o la interacción con sus clientes. De esta manera, el gremio se ha mantenido al margen de la reforma judicial y es probable que esta situación favorezca a abogados poco éticos que justifiquen retrasos y gastos innecesarios a sus clientes.
Se plantea la cuestión de si realmente a la mayoría de los abogados les interesa la reforma judicial o si, por el contrario, la respaldan debido a experiencias previas de injusticias o corrupción en los juicios.
Por otro lado, se reconoce la capacidad de Morena para movilizar a la ciudadanía en asambleas públicas acerca de esta reforma. En contraposición a épocas pasadas, donde abogados eran líderes de revoluciones, en la actualidad la protesta se limita principalmente al Poder Judicial sin mayores respaldos ni difusión de las implicaciones de esta reforma a la población. Es necesario reflexionar acerca de la postura despolitizada de la abogacía actual y la falta de acción más activa en oposición a esta reforma.
Reflexión sobre la abogacía y la reforma judicial
La apatía de la abogacía ante la reforma judicial es preocupante. La falta de articulación y compromiso social en el ejercicio de la profesión podría justificar la necesidad de una reforma. Quizás simplificar los términos legales y retornar al sentido común sería la clave, aunque tras la consolidación de esta reforma, culpar o exigir a los nuevos jueces los resultados de los casos penales será injusto, considerando que el proceso judicial podría cambiar y la Federación no intervendrá en las deficiencias de los tribunales locales.
Resulta lamentable que esta reforma busque que los abogados retomen un papel más activo en la sociedad, enfocándose en la justicia y democracia por encima de intereses personales. En medio de este proceso, los abogados prominentes del país parecen distanciarse de la esfera pública, alejándose de una posible integración como jueces. Es notorio que empleados del Poder Judicial critican en privado a los superiores que han contribuido a la corrupción y crisis actual. El tiempo será testigo de las consecuencias de estas decisiones.
