Claudia, obradorismo con toque de arrogancia
Claudia, obradorismo con toque de arrogancia
Por Verónica Malo Guzmán
“Así soy, así vine al mundo y así me iré
Con todos mis defectos, como puedes ver
Nunca te engañé, nunca te falseé
Nunca lo negué.”
José José, ‘Soy así’
Estemos listos. En parte por naturaleza y en otra por reacción a la alteración causada por el macuspano y su 4t, se aproxima una temporada de orgullo, presunción y engreimiento. La soberbia de Claudia Sheinbaum llena de vanidad.
Algunos podrían decir que es similar a lo vivido en los últimos seis años. Después de todo, López Obrador se ha destacado por ser un presidente narcisista —digo, quien inició una cuarta transformación…—. Sin embargo, la arrogancia que se vislumbra será más refinada. Además de intolerante a la crítica, partirá desde un trato hacia todos como ignorantes.
Imaginemos la reelección de López Obrador (básicamente, seguirá gobernando), pero con una actitud despectiva. Hay señales evidentes para quien las quiera ver.
Como el caso de Altagracia Gómez, asesora de Sheinbaum. Recientemente expresó en un foro con empresarios: “quien no invierta en México, perderá dinero”. Interesante. No es necesario ir muy lejos (por ejemplo, a Texas) para encontrar publicidad que promueva la inversión mencionando la certeza jurídica allá (en EU), a diferencia de nuestro país. Habría que recordarle a Gómez (que aún no había nacido) que en 1982, José López Portillo advertía: “quienes no adquieran el petróleo costoso de México, regresarán arrodillados”. Spoiler: nunca regresaron.
También contamos con Gerardo Fernández Noroña en la misma línea. Desde la presidencia del Senado proclamó con gran orgullo: “ningún poder en la tierra podrá detener la reforma al Poder Judicial”. ¡Qué altanería! Su acuerdo con la oposición, comunicado a todos los medios (incluida una primicia con Azucena Uresti), duró menos de 24 horas…
Lo mismo sucede con Marcelo Ebrard. Asegura que México es “amigable” con el dinero estadounidense debido a que la reforma no perjudica la inversión extranjera. ¡Por favor! No se necesita ser tan inteligente como Albert Einstein para comprender que con los próximos cambios, los inversores pensarán dos veces antes de llegar a México. De hecho, Banxico indica (con datos) que la reforma judicial efectivamente afectará la inversión, provocando la desaceleración económica y el freno de la actividad productiva en ciertos sectores del país. Sin olvidar la presión en el tipo de cambio que aumentó tras la discusión de la reforma mencionada.
Estamos presenciando una nueva manifestación de la falta de respeto de AMLO hacia la población, pero ahora desde una posición de superioridad “científica”. ¿Observaste la respuesta de Sheinbaum a los estudiantes universitarios, a quienes recomendó “analizar detenidamente la propuesta” de reforma?
Cambiando de tema, ¿por qué no ofreció esa misma recomendación a legisladores como Cuauhtémoc Blanco o Sergio Meyer, que votaron a favor de una reforma sin entender de qué se trataba? ¿Por qué alguien que se enorgullece de su formación académica no quiso reunirse con ellos y escuchar sus argumentos? Optó por tratarlos con desdén.
Aires de Soberbia
Más arrogancia. Leyendo un comentario en línea: “pueden saquear el país (lo están haciendo), pero no pretendan ser vistos como demócratas, o que desean fortalecer el Poder Judicial o beneficiar a los mexicanos. La enfermedad, pobreza, inflación, estancamiento, crimen, violencia y corrupción son lo suyo.”
– López Obrador: “me retiro satisfecho”, pero deja un país en crisis, con una deuda incrementada en un 60% (aunque intente esconderlo detrás de un 3%).
– Adán Augusto afirmando que la mayoría calificada en el Senado es “cuestión de interpretación”… Las matemáticas son exactas, le guste o no al legislador.
– Los diputados de la 4t coreando “es un honor estar con López Obrador”. Sí… pero no con el país.
– Rafael Guerra Álvarez, presidente del Poder Judicial de la CDMX, decidió respaldar la reforma judicial sin siquiera haber sido aprobada por el Senado. No es la mejor manera de postularse como ministro de la nueva SCJN.
Giro de la Situación
Es evidente que nos dirigimos hacia un periodo en que seremos tratados como incompetentes y simplones. Pasaremos de “si no estás con la 4t, eres un traidor” a “si no apoyas a la 4t y sus cambios, eres un tonto, ineficaz, incapaz, mal negociante”. Pura y dura soberbia.
Además, la esencia de la próxima presidencia se ve agravada por las acciones de su propio partido, que la obligan a defender lo indefendible. La futura presidencia relegada a un mero trámite…
Nos encontramos ante una seria crisis constitucional en nuestro país. La presidenta electa ha optado por enfrentarla desde la autocomplacencia y la soberbia.
