Hacer públicas las pérdidas y dejar las ganancias en manos privadas
“La pérdida de uno es la ganancia de otro.”
La corrupción es la raíz oculta detrás de “los otros datos”. Ejemplos hay varios: los terrenos de Bartlett con casi 164 hectáreas, la casa y otras propiedades de Nahle, y una obra que debía costar 8 mil millones de dólares y ya va en más de 16 mil. Todo apunta a corrupción.
El sexenio de Enrique Peña Nieto queda opaco en comparación con el que está por terminar. Si el gobierno de AMLO no es catalogado como el más corrupto, será porque el régimen de Sheinbaum lo encubrirá.
Una bandera de combate a la corrupción
López Obrador proclamó que el combate a la corrupción sería uno de sus principales estandartes. Sin embargo, la realidad ha sido completamente opuesta. La ignorancia y la hipocresía de la población han sido aprovechadas por Morena para mantener a flote una administración plagada de corrupción. Esta situación afecta a todos, incluso a los que no pagan impuestos o aquellos beneficiados por los programas del Bienestar.
En el pasado, se intentaba ocultar la corrupción. Hoy en día, se exhibe abiertamente. Un ejemplo es la repetida inauguración de una refinería o la declaración de que ahora se produce gasolina allí.
La corrupción en Dos Bocas
Es un fraude decir que en Dos Bocas se comercializó un millón de barriles el mes pasado. En 2019, López Obrador aseguró que la refinería costaría tan solo 8 mil millones de dólares. Se burló de aquellos que predecían un costo mucho mayor. El director de Pemex, Octavio Romero, anunció que el costo ya sobrepasó los 16 mil millones de dólares, aunque los informes de Hacienda apuntan a más de 24 mil millones de dólares.
El gobierno inauguró la refinería en julio de 2022 sin estar completa y recientemente declaró “el inicio de producción”. Decir que se alcanzó la capacidad de procesar 170 mil barriles diarios, que es el 50% del volumen total, y que para el 21 de agosto se llegará al 100%, es parte de “los otros datos”, es decir, de la corrupción.
Lo único real fue el espectáculo de cientos de pipas llenas de gasolina que marcaron el inicio de la “producción” de Dos Bocas.
La tolerancia a la corrupción
Los mexicanos toleran la corrupción de la Cuarta Transformación y la creación de una nueva élite que se enriquece. La familia Nahle posee una casa en el fraccionamiento más caro de Boca del Río, además de un departamento en Monterrey, entre otras propiedades. Lo mismo ocurre con Bartlett, director de la CFE, quien gracias a información privilegiada adquirió tierras de lujo en Cancún, Playa del Carmen, Tulum y Puerto Morelos.
La élite dominante de la 4T disfruta de privilegios inimaginables. Nada cambiará con Claudia Sheinbaum, quien ayer participó gustosamente en esta farsa…
¿Qué hacer con Pemex?
Pemex reportó una pérdida de más de 250 mil millones de pesos solo en el segundo trimestre del año. La respuesta de la presidenta a esta situación será, sin duda, insatisfactoria. Mientras tanto, se abre la posibilidad de que, si la oposición derroca a Maduro en Venezuela, Estados Unidos recupere el acceso al petróleo venezolano.
La pregunta no debería ser “¿Qué hacemos con Pemex?”, sino “¿Qué hacemos para evitar que en México se institucionalicen las pérdidas y unos pocos se apropien de las ganancias?”.
El papel de Rocío Nahle
Rocío Nahle asistió a la segunda inauguración de Dos Bocas. ¿Sabe cuántos litros de petróleo se procesan por hora? ¿Conoce el daño causado a Paraíso por la destrucción de los ecosistemas? ¿Tiene idea de cómo logró comercializar lo que ya anunciaba?
Lo que criticaron, lo exacerbaron. Las familias Bartlett, Nahle, Alcalde Luján, Batres, Godoy, Sandoval-Ackerman, Monreal, entre otras, demuestran que la corrupción solo cambió de manos. Y ahora, ni siquiera intentan ocultarla.
